Cómo acabar de una vez y por todas con “El Paquete”
Recientemente asistí al Foro sobre el gusto y el consumo audiovisual en Cuba, organizado entre otros, por la UNEAC y la AHS en el Pabellón Cuba. Aunque para la prensa y televisión, el único que habló fue Abel Prieto, muchos y bien serios fueron los criterios emitidos por otros especialistas e investigadores sociales, presentes en el evento.
Preocupados por el impacto cultural y la extraordinaria expansión que ha tenido en apenas dos años el llamado “Paquete de la Semana”, los expertos expusieron sus puntos de vista sobre la circulación alternativa y los contenidos de estos productos de la industria cultural, que son consumidos de manera cada vez más amplia por toda la Isla.
Se habló de videojuegos, de cine cubano, de televisión, de la crítica en los medios, de internet, de la censura, las nuevas tecnologías, proyectos comunitarios, de la enseñanza artística, de políticas culturales, crisis de valores, del Paquete semanal y de su contraparte oficial, nombrada Mi mochila.
En esencia, el debate expuso dos posiciones: una, aboga por no dejar en manos “invisibles” la propagación de estos contenidos audiovisuales y en tal sentido, si no puede destruirse “El Paquete”, lo mejor será contaminarlo con productos “acordes con los principios de nuestra política cultural”, que no puede ser entregada a las veleidades del mercado y el pragmatismo comercial. Resumiendo, no se puede ser ingenuos, pues…de buenas intenciones está hecho el camino del infierno. Del otro lado, se plantea que gracias a las nuevas tecnologías y la multiplicidad de discursos culturales y artísticos, vivimos en un mundo donde el control centralizado y unívoco de la cultura ha dejado de tener sentido. Los primeros estiman que tiene que existir una fuerza mediadora en esos procesos, es decir, un crítico, un especialista, un moderador, una institución que emita su voz de alerta a las masas, para que no consuman ciertos productos de contenidos “perversos”. Para los otros, el arte y toda su producción, tienen que tener una libre circulación. Cada cual disfruta y consume lo que desee y ese mediador solo tiene sentido si aparece después de la obra, interactuando con los receptores, en un diálogo de iguales, intentando desentrañar “los misterios o las trampas” del producto. Unos, ven al demonio por todas partes y otros… también, pero se divierten con él.
Como quiera que abordar cada asunto desde todas las aristas requeriría mil páginas y una emisión del Paquete, me limitaré a compartir un grupo de observaciones o sugerencias:
1. Desconozco quién o quiénes son los autores materiales del Paquete. Hay todo tipo de “leyendas urbanas” sobre su origen y ¿siniestros? objetivos. Sin embargo, de manera simbólica, el Paquete es la respuesta popular a décadas de férreo control institucional o estatal sobre nuestros medios. Un signo del hastío con el que los espectadores cubanos reciben ya todo ese discurso oficial, saturado de palabras y promesas que le llegan a través de la prensa o la televisión. Prensa y televisión que van por un lado, mientras la vida real anda por otro. El Paquete o similares son ideales para “desconectar” de nuestros dramas cotidianos, una ventana abierta a otras prácticas culturales, otras formas de entender y percibir la sociedad, la información, el ocio y el entretenimiento. Son, en definitiva, nuestra Internet, nuestra conexión con el mundo.
2. Desde que nacemos estamos rodeados de imágenes. Ellas conforman nuestro ser, nuestra conciencia, memorias y pensamientos. En un mundo que legitima las apariencias y no las esencias, donde importa más la superficie de las cosas que las cosas mismas, lo virtual que lo material, es irresponsable no incluir en nuestras escuelas materias relacionadas con la Apreciación Audiovisual, el disfrute del Arte y las nuevas tecnologías. Si se quiere generar una conciencia crítica, un ser capaz de ir más allá de lo que ve, de disfrutar y también juzgar, hay que acabar de reconfigurar todo nuestro sistema de educación para que haga crecer a individuos con valores espirituales y humanistas, pero no para encerrarse en un castillo, sino para dialogar con el mundo. La escuela debe ser un espacio para el aprendizaje, pero también para la diversión. No un edificio que propague retórica, sacrificio, dogmas y aburrimiento que terminan por deformar a los alumnos y enajenarlos de su entorno.
3. El ocio, el entretenimiento o el placer no son prácticas espurias en la conducta humana. La felicidad y la diversión no pueden estar apartadas del proyecto social cubano. El melodrama forma parte de nuestras vidas y también la frivolidad, la fantasía y la imaginación. Nadie tiene el derecho, en nombre de ninguna ideología o fuerza, de escindir, controlar o supervisar las “dosis” de placer que les corresponden a los cubanos. Toda cultura tiene sus grandes hombres y mujeres, sus obras trascendentes y sus mitos, su Historia y su poesía. En ello va su identidad como nación. Pero esa es una jerarquía que debemos saber reconocer con el tiempo, no a través de una imposición, un prejuicio o un dogma. Los productos audiovisuales de circulación alternativa colocan delante de nuestros ojos infinidad de artistas, filmes, juegos, libros, series y programas de TV ¿Debemos juzgar negativamente a alguien porque conozca toda la discografía de Lady Gaga y ningún tema de Silvio Rodríguez? ¿Deben todos los cubanos considerar a Carpentier o Lezama como sus autores de cabecera? ¿Es menos legítima la risa que proporciona un show de Alexis Valdés que la que genera Antolín el Pichón? ¿Alguien que en un juego de video mate a rusos o árabes por decenas, debe ser considerado digno de un manicomio? Y hablando de juegos. Hace treinta años ¿acaso era más noble jugar a los pistoleros y “matar” a nuestros amiguitos del barrio?
4. Como una letanía escuchamos una y otra vez hablar del pasado. Recuentos, memorias, historias de lo que fuimos, visitas a una época, que cuando conviene se añora o idealiza, cuando no, se sataniza. A los jóvenes se les habla todo el tiempo en pasado, imponiéndoles un discurso que legitima una época o una gesta que no es la suya. Hombres y sucesos construidos desde una perspectiva épica y encartonada, donde no existen contradicciones, dudas, ni sombras. Agotados por esa retórica insustancial que discurre (y se escurre) durante sus años de estudio, muchos de nuestros jóvenes crecen con vagas referencias, sin mitos y sin leyendas. Tienen muchos héroes verdaderos, pero muy pocos, o ninguno, que los haga amar, soñar o fantasear. No debe entonces extrañarnos que aunque les enseñen a “ser como el Che” tengan en sus computadoras o celulares las imágenes de sus ídolos, que se llaman Lobezno o Naruto
5. La tecnología ha llegado para quedarse. Hay que entender que los ciudadanos tienen hoy en día múltiples formas de acceder y disfrutar de la cultura y esas formas no pasan solamente por el diseño de un modelo centralizado o estructurado desde una instancia de poder único. Los espectadores tienen hoy una mayor plataforma donde elegir y determinar cómo emplean su ocio o tiempo. También escogen a sus amistades, seres muchas veces virtuales con los que comparten juegos, sueños y aficiones. Ya hay más móviles en Cuba que teléfonos fijos, y en poco tiempo dispondremos de más computadoras domésticas que televisores. Cada dispositivo brinda un mundo de posibilidades para el entretenimiento, la vida, el desarrollo profesional y la comunicación. Por tanto, el concepto que debe atenderse es el concepto de la Coexistencia. No se trata de imponer o estigmatizar los nuevos medios, soportes y tecnologías, se trata de entender que las opciones se han multiplicado, que hay nuevas y diferentes formas de consumo, nuevos espectadores y nuevas voces que están emitiendo los discursos culturales.
6. Donde quiera que exista un vacío, una necesidad o expectativa insatisfecha, será un espacio, llenado, ocupado por otros que pueden ser, y no, “nuestros enemigos”. Ocultar una información, censurar una obra, es hoy tarea de necios. Mientras más empeño pongas en ocultar algo a la luz pública, mayor interés despertarás en los espectadores por consumirla. El “Paquete” se renueva cada semana con cientos de gigabytes de informaciones, textos y filmes que provienen, por cierto, de todo el planeta. Una película que no se exhiba en nuestras salas, una noticia no tratada por la prensa, un suceso de gran impacto social pero aun oculto en los medios oficiales, un espectáculo deportivo no trasmitido porque en él participan cubanos que decidieron marcharse, nutren los Paquetes audiovisuales. La curiosidad, el interés, el morbo y la necesidad de mantenerse al ritmo del tiempo es algo natural en los seres humanos. Si nuestros ideólogos no lo entienden ¡allá ellos!, lo veremos en el Paquete!!!
7. Una y otra vez escuchamos decir que la vulgaridad y la chabacanería se han instalado en nuestra isla. Las conductas marginales, la indisciplina social y sálvese quien pueda se han convertido en preocupaciones de todos. Hacer referencias una y otra vez al mal gusto de la población, los jóvenes o ciertos grupos sociales, nos impide ver las verdaderas causas de los problemas. Para resolverlos debemos empezar aceptando que son producto de la propia Revolución, pues esos jóvenes, “descarriados”, esa población con “mal gusto”, está compuesta en un 70 % de personas nacidas bajo el sistema socialista. No llegaron de otro planeta, no fueron implantados en nuestro país desde el exterior. Lo que somos, para bien o mal, será resultado de nuestros procesos y no hay que culpar ni al bloqueo, ni a los rezagos del pasado y mucho menos a los productos audiovisuales.
8. Meses atrás las autoridades culturales y los representantes de organizaciones juveniles se reunieron para idear un proyecto institucional que le hiciera competencia o al menos sirviera de alternativa oficial al Paquete. Surgió así Mi mochila. La idea era situar en los Joven Club de Computación y otros espacios, unos 300 gigabytes de materiales audiovisuales, mayormente de procedencia nacional, seleccionados por su calidad artística y estética. ¿Cuántas personas saben que este proyecto existe? Tan pocas, que para asombro de muchos de los presentes en el Foro del Pabellón Cuba, ni siquiera los altos funcionarios de la cultura allí presentes estaban claros de su existencia. Y ¿no se supone que haya partido justamente de ellos esta iniciativa? Otro detalle: de los 300 Gb solo se habían podido llenar poco más de cien, y….con materiales extranjeros pues las instituciones cubanas (ICRT, ICAIC) no habían aportado las obras audiovisuales comprometidas. Resumiendo ¿qué competencia real puede hacerle Mi mochila al Paquete y otras formas de distribución alternativas, cuando la burocracia y el inmovilismo entorpecen loables iniciativas? Y ¿si uno de los atractivos del Paquete es su renovación semanal, qué puede ofrecer de seductor Mi mochila? Los distribuidores del Paquete se mueven por toda la isla a la velocidad del sonido. Desde luego, perciben una ganancia por ello. ¿Podrá Mi mochila hacer lo mismo? Hasta el momento solo ofrece un servicio “de oficina”, y por cierto muchos de los Jóvenes Clubes de Computación están cerrados.
9. El Paquete surge como plataforma ideal para que los nuevos empresarios privados cubanos promocionen sus servicios. Aprovechando la penetración social que tiene el dispositivo semanal, se observa, cada vez con mayor sistematicidad, anuncios y ofertas de sitios administrados por cuentapropistas. Existen incluso revistas y videos promocionales de factura nacional que solo circulan en esta plataforma. Curiosamente, el Estado no les ha permitido a los particulares ni promoverse en los espacios públicos, ni en los medios oficiales, perdiendo con ello la posibilidad de generar ingresos, que bien le vendrían a nuestra prensa o televisión para mejorar sus instalaciones. Nuevamente, donde el Estado se muestra obtuso, la iniciativa popular se expande a sus anchas.
10. Hace casi tres años surgió otro proyecto institucional bajo el nombre de Plan de Fomento a la Cultura. Aun no existía El Paquete pero ya los materiales audiovisuales circulaban por todo el país en memorias flash y discos duros. El Plan pretendía recuperar las salas de cine, los talleres y cursos de apreciación audiovisual, el trabajo comunitario en la enseñanza artística, las salas de video, los espacios de debate, el cineclubismo y la crítica en los medios. Con ese fin se copiaron películas y documentales clásicos de la Historia del Cine, que fueron situados en servidores de algunas universidades e instalaciones de la AHS. Paradójicamente, la única escuela de cine que hay en el país (la FAMCA) nunca recibió esta valiosa selección. Muy poco ha avanzado este proyecto que como el de Mi mochila se ve afectado por la falta de sinergia y de compromiso real de las instituciones.
Puede que mañana no exista el Paquete, substituido o superado por otro sistema o modelo de circulación y consumo alternativo. La necesidad humana de conocer y de acceder a las múltiples imágenes de este mundo ya sea para su conocimiento o placer, resulta un proceso indetenible. La preocupación del Estado por la avalancha de estos productos es legítima desde una perspectiva cultural e identitaria. Pero para que esa resistencia cultural tenga algún sentido, deberán extirparse todas las rémoras de control ideológico, intolerancia y prejuicios que rodean las acciones artísticas. Superar los miedos al verdadero debate sobre los asuntos que preocupan a todos, sanear la economía y con ello mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, abrirse a las nuevas realidades, discusiones, interpretaciones, redes sociales y dinámicas que mueven el mundo. Ese pudiera ser el camino, que tendría, en el centro de todo, la educación ciudadana, clave de ese urgente proceso de transformación nacional y fortalecimiento cultural.
Categoría: Artículos | Tags: Cultura Cubana | El Paquete Semanal | Lady Gaga | Silvio Rodríguez
1 carlosvaradero. 22|11|2014 a las 11:01
Muy bueno el articulo, pero hay algo muy cierto cuando el autor cuando dice:
“El paquete es la respuesta popular a dècadas de fèrreo control institucional o estatal sobre nuestros medios”..
Nada màs real que esto.
El dia que el estado deje de tener el control total y exclusivo sobre los medios de comunicaciòn, el paquete serà algo muy natural..nadie hablarà de èl, y dejaran de satanizarlo!!
Gracias.
2 ronninn. 24|11|2014 a las 11:13
Muy acorde este articulo con las realidades y muy acertado esta forma de critica constructiva y en cierto modo todo se resume al hecho que para resolverlos debemos empezar aceptando que son producto de la propia Revolución todos los fracasos y logros culturales que hemos tenido sobre las masas. La persona o grupos de personas que rectorean esta tan dinamica tarea (la promosion y creacion de valores que ayeden la formacion de la conciencia critrica que aspiramos para asumir la cultura) no acaban de captar la esencia de REVOLUCION o mas aun el consepto de nuestro Comandante (en el sentido de rectificacion de errores del Socialismo) o no quieren captarla o los sobrepasa. Lo cierto es que debe analizarse estos eventos y darle una mayor dinamica al CUBA-PAQUETE que ¨surga¨ para enfrentarse al que nos da hoy otra perspectiva de la vida.
3 kev. 1|12|2014 a las 8:13
Genial el artículo, esperemos que a nadie le moleste o lo vea demasiado agresivo como para promover la salida del sitio por “problemas de su política editiorial.” Afortunadamente aquí no se está escribiendo nada nuevo, sino que se cita a una buena fuente.
Poco que decir que no diga ya el artículo en sí mismo. Me encantó una de sus oraciones: “Hace treinta años ¿acaso era más noble jugar a los pistoleros y “matar” a nuestros amiguitos del barrio?”. Sinceramente en esta época en la que vivimos, donde la sociedad avanza y algunos individuos se empeñan en quedarse estancados en ideas que la propia Revolución ya ha dejado atrás, viendo al enemigo por todas partes, si surgiese ahora ese juego tan antiguo de “los pistoleros” nos dirían orgullosa prepotentemente a nosotros “los ingenuos” que ese juego es una muestra de la pérdida de valores de nuestros jóvenes, una penetración del imperialismo y sus costumbres bélicas. Si se inventara hoy el juego del “policía y los ladrones” sería una burla a nuestra lucha contra el delito y las ilegalidades y las niñas que jugaran a las casitas con tazas de café vacías serían “ingenuamente” marionetas del imperio mostrando las carencias a las que nos ha sometido el Bloqueo. Probablemente esté exagerando, pero desgraciadamente tenemos como Patria y como Revolución que somos todos, a muchas rémoras frenando, con ideas obsoletas, los cambios que el propio Raúl y nuestra AN han promovido.
¿Por qué debería cualquier organización gubernamental frenar la propagación de la cultura sea cual sea? Ya sé que tenemos en la memoria la manera en que cayó el socialismo en la URSS, con el bombardeo ideológico a sus jóvenes, pero ¿nuestra mejor arma contra eso sería prohibir, censurar….? ¿No confiamos en nuestra Batalla de Ideas, en nuestra verdad, en la conciencia política que sembramos en nuestros jóvenes que con apenas 6 años ya andan prometiendo que “Seremos como el Ché”? ¿Los mejores cimientos para nuestra irreversible Revolución será la incultura y el desconocimiento de una realidad diferente a nivel global? ¿Por qué tenemos que ser los únicos jóvenes del mundo a los que venga algún “especialista” a proteger de los ataques ideológicos del imperio? ¿Acaso no está lleno el mundo de juventudes progresistas y socialistas que viven bajo ese “bombardeo”?
Es una lástima que la idea de “El Paquete” no haya nacido de “revolucionarios”, es una lástima que aún sin haberla parido tampoco podamos hacerla funcionar con la misma calidad, es una lástima que hayamos promovido la inciativa privada y aún así no brindemos espacios para promocionarla….¿Es una lástima? No lo sé, probablemente nunca deberíamos lamentar que de la mente y el hacer del pueblo cubano nazcan ideas renovadoras como ha sido esta…..
PD: La única crítica que, en mi opinión, se podría hacer al paquete sería su forma actual de distribución, lejos de todo control de la organización tributaria…de resto, no se me ocurre ninguna.
4 Leviatan. 4|12|2014 a las 13:23
Pienso que artículos como este son muy buenos para realizar un análisis propio sobre este tipo de temas. A mi modo de ver plantea muchos elementos de una realidad indiscutible pero otras tienen una inocencia muy desafortunada. Hablo de suponer que es sano y digno de consumir, aquello que más se mueva en las redes y que por tanto, tenemos que abrazarlo todos como viene porque así lo consume el mundo.
Se olvida el artículo de que lo que hoy es más global, es porque sus productores dominan los medios, el capital para producirlo y apelan a los ganchos instintivos más primitivos que tiene el hombre para garantizar su aceptación, el sexo cuasi pornográfico, la violencia (justificada porque al agredido hay que darle lo que lleva), si es una novela, se muestra como correcto el individualismo de villanas maquiavélicas (mellizas casi siempre con una buena ), que hacen cualquier cosa porque, pobrecita, la chica tenía que ascender en la vida y al final del novelón Ud. hasta la justifica porque tuvo una infancia de madre alcohólica y padrastro violador. También hay superhéroes que asesinan a negros, árabes, chinos y rusos malos, que por cierto, no es de manicomio un juego así, pero se llama xenofobia lo que muestra, y no es casual que salga un juego de matar a X cuando X es de un país molesto para el país donde se produce el juego, no digo nombres; pero también te muestran vestidos Chanel, carteras Prada, carros de regalo y spots sobre instituciones filantrópicas de personas que comparten su dinero sobrante. Casi siempre de mano de mujeres y hombres de cuerpos impresionantes y caras que duelen nada más de verlas en un mundo de vidrieras tan llenas y personas tan limpias y con tanto acceso a Internet que te hacen olvidar porque rayos es que ellos están así y tu no.
Pobre de aquel iluso que no sea capaz de ver que lo que se consume audiovisualment e puede deformar o enriquecer su propia percepción del mundo. Por ello aplaudo la idea del mediador crítico que alerta sobre los peligros que, no le quepa la mayor duda, se esconden en un material que se consume sin análisis alguno.
Es impresionante la incultura que puede tener nuestro pueblo siendo tan instruido, y coincido con que es responsabilidad de un sistema educativo que no enseña a discernir la mediocridad y el elemento enajenante en lo que se ve. ¡Ese elemento existe! No lo digo yo, “Pan y circo” era la fórmula en el tiempo romano para mantener al pueblo pobre subyugado y contento, hoy la cosa no cambia, es Belleza Latina, La Voz (Kid o No) con sus participantes con estúpidas peticiones de matrimonio o dramas familiares que dan ganas de llorar pa’ siempre, los que te montan el circo, mientras de paso, te meten por los ojos la propaganda de un mundo que solo vive menos del 20% de los habitantes del planeta, vivan o no en el país del show. ¿Adivina de qué porcentaje somos todos nosotros? Dicen que el éxito más grande que tiene el injusto sistema que impera en el mundo es hacer que las víctimas piensen igual que los victimarios.
Para nada creo que se deba prohibir El Paquete, sabemos que los fenómenos que involucran a las TICs son imparables. Pero de ahí a suponer que no es cuestionable su contenido o que es provechoso por el nivel de universalidad que tenga va un trecho gigantesco. Lo que sí tengo muy claro es que será difícil encontrar donde vive Lady Gaga alguien que conozca toda la discografía de Silvio Rodríguez y la de ella no, no explico para no redundar. Dios nos libre de pensar que es porque Silvio es malo y Gaga no.
“El ocio, el entretenimiento o el placer no son prácticas espurias en la conducta humana” pero se convierten en no menos que reprochables cuando encarnan el placer del entretenimiento y el ocio a costa del irrespeto, la violencia, los malestares sociales de otros o la discriminación, por tanto amigo mío, la risa del show de Alexis Valdés no es falsa, pero es degradante y sucia cuando refuerza valores tan ajenos a un buen ser humano, algo que Antolín el Pichón no ha necesitado hacer jamás para que la gente se ría. El primero responde a un tipo de público y un mercado que contrasta con la dignidad promedio que tiene cualquier cubano, el otro apela a un humor en el que nadie sale sintiéndose mal.
El artículo habla sobre la letanía de mostrar el pasado, en mi opinión lo cuestionable es como se hace. Imágenes en blanco y negro y fondo musical de Sara González o Silvio Rodríguez no enseñan historia ya a nadie pero los pueblos que olvidan la historia están condenados a repetirla y la nuestra no ha sido un lecho de rosas precisamente, pero jamás ha sido tan justa y socialmente grande como luego del 59.
No creo sea problema consumir productos extranjeros y de factura con objetivos dudosos, pero me preocupa bastante que se piense que es lo único genuino, me preocupa que el articulista considera y cito “contaminar” el paquete si se introducen productos cubanos, me preocupa que se asocie la aceptación del paquete con la legitimidad de nuestra historia, que no tiene un ápice de mentiras, me preocupa que se diga que los jóvenes “descarriados” y con “mal gusto” son producto de la Revolución como si antes de ella no los hubiera habido o como si allí donde no hubo una Revolución hoy no los haya
5 Gabriel. 17|12|2014 a las 15:00
Leviatan, solo había leido el primer parrafo de tu comentario y ya tenia ganas de … buag… y pensar que todavía quedan personas como tú en esta isla… que triste debe de ser tu vida viendo fantasmas por doquier…
6 maria. 18|12|2014 a las 16:26
Yo lo que se que el paquete esta muy bueno, para no decir buenisimo, yo solo estoy esperando la semana que entra para poder obtenerlo pues de no se por el de verdad y con el mayor respeto me acostaria despues de la novela brazileña, en este paquete, veo, Historias del mas alla, un tema que me encanta y que aqui ni lo mencionan, documentales, pareja salvaje, callejeros viajeros, las series, lo que se avecina, hay alguien aqui, america en horror, resurreción, the working dear, en fin muchisimos documentales que de verdad me fascinan, eso si es TV.
7 Paola. 26|5|2015 a las 13:47
El paquete es de lo mejor que tiene actualmente nuestro pais, asi que ni piensen en quitarlo, buajjjjj
8 gianmarco. 18|7|2015 a las 11:21
Hola, este articulo a muchas personas que no tienen navegacion los dejaria super molestos, en la TV cubana ni si quiera ponen concursos de participacion y eso es lo que el publico quiere, quieren novelas buenas como ”tierra de reyes” o ”el señor de los cielos”, les digo que no veo esas novelas pero las personas que buscan entretenimiento en su hogar se dirigen al pakete semanal ya que en la tele solo ponen cosas que a muchos les aburre, por ejemplo este verano acabaron poniendo por 3ra vez consecutiva a ”flores con patricia” y los papaloteros que llevan años repitiendolo por que? que paso con las series Victorious, drek y yorsh, hannah montana, o alguna nueva cubana señores que la pueden inventar, en lo personal sin el pakete yo no me entretuviera porque hay de todo en fin si cuba no toma medidas en la TV cada vez mas las personas se dirigiran al Paquete y sera dificil extinguirlo que no quiero que ocurra