Heriberto Machado Galiana
INICIO DE TODO LO QUE TERMINA
Hoy retorno a la espera de los castrados,
al vacío de los que mueren sin temor a morir
apelmazados y solos.
El estanque de mi infancia me invita
a recordar gestos plácidos,
caminos a lo impenetrable.
Hay un recodo en los días hambrientos
donde mi padre vuelve a morir.
Y tenso la cuerda,
el filo de todo lo que es filoso.
Descubrí que tras las puertas
se esconden
silenciosas voces,
que en los sarcófagos hay más vida que en los vientres,
que los domingos son más tristes.
Me rompo en trozos de disparidad,
me digo, me contradigo, me culpo.
Crecí solo, sin más dolor que todo el dolor de lo perdido,
días de carencias,
de retruécanos y falsedades.
Crecí sin más cielo
que el que muere en el límite del horizonte.
Sin más Dios que las blasfemias de mi madre.
Estoy convencido de que muero
de que retorno a la espera de los inocentes
—esa tercera inocencia de volver a creer—,
al vacío de las nueces que no he visto,
que no se rompen.
QUIERO ESCRIBIR MI MUERTE
Quiero escribir mi muerte,
el mundo en el que muero.
¿Hacia qué presencia me aventuro al respirar?
Todo lo que hago a diario es morir.
Vivir, sobrevivir,
vacuas ilusiones,
espejismos de la nada y la complacencia.
Mi ser quedó anclado
en los mutismos de Dios,
en la desesperanza de no hallar lo dicho,
de sacudir el cuerpo como un manojo de dudas.
Yo discrepo de mí y de mi temor,
me salto las páginas,
recuento los cuerpos que se decapitan en la noche,
cuando el mundo termina para todos;
me aventajo en la nada,
me digo adiós desde cualquier distancia sobre tiempo.
Me interrogo:
¿Qué soy más allá de esta incordancia de huesos?
Caigo en las trampas.
Circularidad de los días.
¿Quién vive la vida Dios?
Soy la continuación de una larga cadena de fracasos.
Sé cual es mi destino:
soy justo con él.
NACIDO MUERTO
Grato es morir: horrible, vivir muerto.
José Martí
Oh vengan, madres de la muerte, esperen
y beban de mis manos el buen vino
de la desdicha —acritud del destino—;
cuán rápido se olvidan los que mueren.
Y qué pronto se olvidan los que nacen
si llevan el estigma de la muerte.
Ah, soledad que logras imponerte,
tus fierros tan agudos me deshacen.
Mejor no renacer si mi cansado
cuerpo desde antes yace amordazado.
Ya todos mis recuerdos son cavernas
como toda sentencia es desistir.
Oh madres, ya es la hora de parir,
que el negro aborto salga entre sus piernas.
DECIR
Será mejor no decir nada
porque decir a veces me confunde,
¿qué me hago mañana si no creo
las razonables cosas que hoy he dicho?
Hay abrojos en el camino de la lengua.
Hay zarzales en las palabras de mi boca.
Todo es impuro, nada es acertado.
Qué limpidez en las voces tan muertas.
(Si quieres matar de qué vale fingir.
Si quieres morir de qué sirve engañar.)
Si la vida es todo cuanto tengo,
por qué estos puñales hirientes en mi boca.
Hay mil razones para callar.
La nada es como esa palabra inútil
TODO EL PASADO
Todo el pasado está a mi puerta
como un terco animal que no comprende.
Puñal anclado en la memoria.
Dolor del zafio golpe,
de la pálida ausencia.
Oh, pasado, palabras que no dije,
muchachas que no amé.
El pasado es mi falta de destino,
el miedo de los niños a morir,
ese viejo dolor que nunca llega.
SOLEDADES
Quédate en mí, soy pobre y soy poeta.
Soy sabio como la piedra obstruida en sí misma.
Soy como las distancias que nada separan.
Soy inmortal como los locos,
falso como los cuerdos
y triste como todas las cosas.
SOLEDADES
Me gusta contemplar la vida
a través de las ventanas:
los autos que se mueven presurosos,
los merolicos con su manto de voces.
Cuando viajo siempre me siento
a la ventana del ómnibus,
así mi mirada se desplaza por el paisaje;
contemplo vacas, nubes, techos,
postes que se repiten insaciables.
La placidez está en mirar las cosas sin el afán de poseerlas.
También mi sobrevivencia es una ventana;
desde ese tragaluz
he visto sucederse montones de fracasos,
he visto un ave morir
y he pensado que la misma suerte me aguarda.
También he besado a una muchacha temblorosa
y me ilusioné en otros besos que no tuve.
La nada puede ser una ventana ciega.
FIN DEL MUNDO
¿Qué existe después de Dios,
del vacío de Dios?
Simulacros, trampas,
alambradas del ir y venir,
muerte de despertar cada mañana,
sombra sin descanso,
murmullo de lo jamás dicho,
tiempo perdido en el tiempo de amar.
¿Qué hay de la indolencia,
de la abulia que vuelve a gobernar estos días?
¿Qué hay de la invención del tiempo,
de su escurrida entre relojes que matan,
entre labios que niegan,
entre sexos que se abren?
Voy de lo sabido a lo sabido,
de lo mucho a lo poco,
de reiteración en reiteración.
Voy trunco por las calles,
fingiendo cada saludo,
cada oración.
Categoría: Poesía | Tags: Heriberto Machado | Jóvenes Poetas Cubanos | poesía cubana contemporánea | Premio Calendario
1 DarkVision. 27|5|2015 a las 13:34
Encuentro en los versos de Machado Galiana una propensión/ aficción que va adherida al alma de todo poeta: Contemplar la vida, dilapidarla hasta llegar a la semilla misma, la esencia de una realidad que bien podría ser común a todos, sin embargo él la traduce desde sus códigos de poeta y llegan hasta nosotros en sentidos poemas que se acercan cargados de fuertes y oscuras confesiones(digo oscuras como una analogía de lo doloroso, lo estremecedor).
Me quedo estos versos de Machado Galiana, agradeciéndole su transparencia y buen oficio.
2 Milho Montenegro. 2|6|2015 a las 11:21
Hola al Caimán Barbudo. Quisiera, de ser posible, me facilitaran alguna seña de localización para contactar al poeta Heriberto Machado Galiana(Premio Calendario) o que ustedes le envien mi correo electrónico. Saludos, Milho.
3 Jorge Luis Sánchez Feria. 16|7|2015 a las 15:29
hola caiman, mis saludos, soy un joven poeta de la provincia de guantánamo, miembro del proyecto literario grafomanía, y me gustaría felicitar a heriberto, felicidades por este premio, algún día quisiera logra ese lauro… felicidades.
4 Macabra Respuesta. 18|9|2015 a las 16:47
Cosa rara, tal como el poeta, algo simbólico a veces algo triste otras, se cae como la columna y apenas se levanta, quiere morir, pero al costado tiene miedo, odia lo oscuro y curiosamente lo atrae. Se vuelca y se desvuelca él mismo, sin ayuda. Lanza una piedra y recibe una bofetada. de cuclillas escribe las iniciales de su nombre, pero olvida los apellidos que andan como lastre trás su cuerpo. Se queja y se rie de si mismo ¿quién diría que no es poesía lo que absorve…? Para nacer muerto hay que morir vivo, caer y desollarse el alma. si lo consigue bien, pero ¿si no?.. los poemas transitan con la lentitud del que tarde se levanta, no hay aceleración del verso y eso es malo, puesto que el tiempo vivido marca la diferencia, no la enumera. si se va, su retorno sera más macabro,algo que él odia porque sí. Le están tirando tiros a sus ángeles y demonios, aquellos que él se esfuerza por mantener oculto sin saber que existen dentro de su cuerpo y su alma poética. Nada y son sus versos como calumnias y no columnas y una carcajada sube por mi garganta…aprendo… sollozo… rio.
5 Macabra Respuesta. 22|9|2015 a las 15:03
Hola a los cibers-criticos literarios, pues les dejo este pequeño poema, espero ver sus comentarios…
-Lo siento amigo, pero esta no es la manera de recibir-publicar nuestras colaboraciones, si desea usted publicar un texto poético suyo ha de enviármelo a esta misma dirección con nombre y apellidos, ciudad y año de nacimiento… nunca de manera anónima porque no es nuestra política editorial. Saludos, Racso Morejón .
6 Armando. 5|4|2017 a las 14:05
Ya lo decía Martí: yo me sacaré del alma lo que tengo. Eso es lo que hace heriberto; tarea ardua para cualquiera. Son buenos poemas, no geniales, pero buenos… y es suficiente!